Europa Occidental experimentó una ola de calor sin precedentes este verano. Los récords de temperatura se han batido uno a uno. Este es uno de los efectos visibles del calentamiento global, cuyas consecuencias seguirán agravándose en los próximos años. «No es ni una profecía, ni una conjetura, ni una hipótesis. Estamos en un nuevo sistema climático en el que algunos ya están sufriendo y se deteriorará aún más”. El activista ambiental electo de la ciudad explicó al periódico Le Monde, «La cuestión de la habitabilidad a medio plazo surge en París si no se hace nada”.
Por eso, la ciudad de París quiere tomar medidas eficaces para prevenir futuras olas de calor. Así, la capital francesa pondrá en marcha su operación «París a 50°C» durante el mes de octubre. La operación consiste en inundar dos regiones de una misma región (que aún no ha sido identificada) en un escenario ficticio de ola de calor.
«Este ejercicio simulará una ola de calor que aún no hemos experimentado, durante un período más largo y el fenómeno del domo de calor a 50 grados centígrados», detallado por Penelope Komitès, teniente de alcalde de París a nuestros compañeros de París. El objetivo es probar los sistemas desplegados por la Ciudad de París: “Niebla móvil, cámaras frigoríficas o incluso toldos, por ejemplo”.
Pero otro objetivo de la operación es monitorear la reacción de los habitantes de las regiones: «Crisis, sobrevivimos, pero podría volver a ocurrir»continúa el asistente, «E incluso si el futuro está ligado a las preocupaciones, esta estrategia de resiliencia no debería ser preocupante».