Cuba trató el domingo de contener un incendio en su principal instalación de almacenamiento de petróleo que mató a un bombero, utilizando la ayuda de México y Venezuela para combatir las furiosas llamas.
La caída de un rayo provocó que el viernes se incendiara uno de los ocho tanques de almacenamiento del puerto de superpetroleros de Madasanas, a 60 millas de La Habana. Un segundo tanque se incendió el sábado y tomó por sorpresa a los bomberos y otras personas en el lugar. Dieciséis personas están desaparecidas. La segunda explosión hirió a más de 100 personas, muchos socorristas, y dejó a 24 en el hospital, cinco de ellos en estado crítico.
“Estamos frente a un incendio tan difícil de controlar en Cuba”, dijo a periodistas el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel. El domingo, 82 mexicanos y 35 venezolanos con experiencia en la lucha contra incendios de combustibles, cuatro aviones trajeron productos químicos contra incendios.
“La ayuda es importante, yo diría que es vital y puede ser decisiva”, dijo Díaz-Canel. Cuba utilizó agua y helicópteros para combatir el fuego. Jorge Piñon, director del Programa de Energía y Medio Ambiente de América Latina y el Caribe de la Universidad de Texas en Austin, dijo que cada tanque en la instalación podría almacenar 300,000 barriles de combustible para plantas de energía.
Cuba está experimentando apagones diarios y escasez de combustible. La pérdida de combustible y capacidad de almacenamiento empeorará la situación, que ha alimentado pequeñas protestas locales en los últimos meses.
(Esta historia no ha sido editada por el personal de DevDiscourse y se genera automáticamente a partir de un feed sindicado).