‘El racismo es normal’: ¿Es racista la liga española de fútbol LaLiga?

    El futbolista Chekhov Kassama sabe muy bien lo que es el racismo.

    Como delantero del club español Racing de Santander, ha tenido muchos encuentros con el fútbol y su cultura de aficionados.

    El español nacido en Senegal jugaba en la liga española de fútbol La Liga a la edad de 24 años cuando las probabilidades se volvieron en su contra. Mientras calentaba, uno de los fanáticos gritó «mira a los malditos negros».

    «Salté a las gradas buscando al hombre y la policía me ayudó a identificarlo», dijo Kassama a Euronews.

    «Después de este incidente, la gente trató de quitarle el calor diciendo que la palabra ‘n*****’ no significa nada, pero eso realmente me molestó», agregó.

    La policía evitó que el incidente se intensificara, pero no quedó registrado en el acta del partido. El árbitro, Dámaso Arcidiano, no hizo ningún comentario.

    En todos los partidos que ha jugado en su carrera, el jugador dice haber visto más de la mitad de los incidentes de racismo.

    “Sin embargo, no hay ninguno de ellos [the matches] han sido suspendidos. Creo que esto debería hacerse», dice.

    El fútbol español ha estado en el punto de mira después de que el delantero del Real Madrid Vinicius Junior señalara insultos racistas en varias ocasiones.

    A principios de este mes, la estrella acusó a La Liga de ser directamente responsable de la crisis de la liga.

    «El racismo es normal en LaLiga. La competición lo da por hecho, la confederación lo da por hecho y los rivales lo alientan», publicó en las redes sociales.

    La gran pregunta es: ¿Hay algún problema del campeonato nacional que nadie haya podido resolver?

    Las acciones de los clubes, las sanciones de la confederación y las denuncias presentadas ante la fiscalía no han sido suficientes para acabar con el racismo en el fútbol español.

    El racismo va en aumento en los estadios españoles

    Kassama recuerda uno de los peores momentos de su carrera cuando empezó a despuntar como futbolista. Los padres del equipo contrario lanzarían burlas racistas si lo vieran ganar.

    «Los primeros comentarios realmente me impactaron. Era muy joven y no me los esperaba», dice.

    Los primeros insultos no fueron los últimos, y el futbolista vivió más incidentes racistas a lo largo de su carrera.

    El maltrato que sufrió en Fuenlabrada obligó al árbitro a parar, aunque el partido no se suspendió.

    Fuentes de la Real Federación Española de Fútbol dijeron a Euronews que es habitual que los partidos se suspendan temporalmente en caso de incidente racista, pero que el número de partidos suspendidos «se puede contar con los dedos de una mano».

    De hecho, solo hay un precedente en el fútbol español de que se suspendiera un partido después de que la grada insultara a un futbolista: el Rayo Vallecano-Albacete de 2019, según las mismas fuentes.

    El partido se detuvo en el descanso después de que los aficionados locales abuchearan al delantero ucraniano del Albacete, Román Chozulya.

    «¡Zozulya, eres un nazi!», «¡Nazi de mierda!», «¡Fuera de Vallecas!», corearon. Como ambos equipos decidieron no volver a jugar, el árbitro suspendió el partido.

    Según un informe reciente de la Comisión Estatal contra la Violencia y el Racismo en el Deporte, los datos muestran que la cantidad de prohibiciones por racismo está aumentando, incluso si solo se detiene un juego.

    Euronews solicitó datos sobre el número de incidentes racistas en los partidos de La Liga la temporada pasada, pero la Real Federación Española de Fútbol, ​​el deporte y la Comisión Estatal contra la Violencia y el Racismo en La Liga no respondieron.

    ¿Qué le pasa al fútbol español?

    El comité de competición de la Federación Española de Fútbol ha ordenado el cierre parcial del campo del Valencia durante cinco partidos y le ha impuesto una multa de 45.000 euros por insultos al delantero del Real Madrid Vinicius.

    El castigo más duro que ha recibido un club por el comportamiento racista de sus aficionados.

    La cobertura mediática del caso llevó al Comité de Sanciones a actuar, pero no siempre fue así.

    Muchos dicen que el fútbol español hasta ahora ha sido blando con los actos racistas.

    LaLiga dice que no tiene potestad para imponer sanciones a clubes o aficionados. En cambio, debe remitir las investigaciones sobre incidentes de abuso racista a los fiscales locales, quienes los manejan como casos legales.

    «España no es racista, ni el fútbol es racista, ni se puede acusar de racismo a LaLiga. Pero en el fútbol hay un comportamiento racista y una apatía institucional que ha llevado a una aplicación muy débil de la ley del juego», explica Esteban. Ibarra, presidente. Movimiento contra la intolerancia.

    Ibarra señala que existen suficientes herramientas legales para combatir el racismo en el fútbol, ​​pero la sensación de «impunidad» es alta.

    Ibarra añade que la ley contra la violencia, el racismo y la intolerancia en el deporte, firmada en 2007, es la ley vigente, pero «es insuficiente tanto en las medidas preventivas como en el seguimiento del incidente».

    Un claro ejemplo es que en los últimos diez años no se ha convocado ni una sola reunión del Observatorio del Racismo, explica Ibarra, integrante de la organización.

    Experto culpa a las instituciones del racismo arraigado en el fútbol español.

    De las nueve denuncias que LaLiga ha presentado hasta el momento por abusos racistas contra Vinicius durante los partidos, solo dos han resultado en sanciones contra los aficionados.

    Tres de ellos fueron archivados por el Ministerio Público porque no pudieron identificar a los autores materiales y los otros porque dijeron que los hechos carecían de «dimensión delictiva».

    «Por supuesto que las herramientas están ahí, pero las reglas no se aplican con firmeza. Es intolerable seguir jugando después de incidentes racistas», agregó Ibarra.