La campaña de Valerie Pecresse no es un río largo y tranquilo. Tras la primera reunión, hace unos meses, y las duras críticas tanto en la forma como en el contenido, la candidata derechista lucha por recuperar su imagen. De los últimos sondeos de opinión se desprende que les sitúan con un 10 o un 11 % de intención de voto, muy por debajo de Emmanuel Macron (28 %), Marine Le Pen (17,5 %) o Jean-Luc Mélenchon (14 %).
¿Siguen cambiando las cosas entre ahora y la primera ronda, que tendrá lugar el domingo 10 de abril? Nadie puede predecir esto, pero Valerie Pecres tendrá una reunión muy importante el próximo domingo. Importante porque será su último antes de la primera vuelta. Pero también es significativo porque es simbólico: este encuentro tiene lugar en Ile-de-France, en el Centro de Exposiciones de Porte de Versailles. Un lugar que no se debe a la casualidad porque es en este lugar donde Jacques Chirac fundó el Rally por la República (RPR), un partido de derecha entre 1976 y 2002 y luego se convirtió en la UMP. Allí también, Nicolás Sarkozy oficializó su candidatura presidencial, el 14 de enero de 2007. Unos meses después, asumió la presidencia de la república.
Si Valerie Pecresse puede contar con un apoyo sólido el próximo domingo, el ex presidente, por otro lado, será un gran ausente del evento. A pesar de la invitación de Nicolas Sarkozy, prefirió rendirse. Ha optado por estar a cierta distancia en esta campaña, que se desarrolla en un contexto muy especial».se refiere a su entorno a nuestros compañeros de parisino. Un indicio más que seguro del conflicto en Ucrania.
Pero los medios franceses añaden que se trata de la misma famosa desautorización del candidato derechista, porque no «Pocas posibilidades de ver al último presidente de la república de la derecha describir la nominación de su exministro». Parísque informes ‘Palabras duras en secreto’ Sarkozy hacia Pecres, precisando que del lado del Partido de Izquierda Democrática, “Como muchos de ellos esperan [Sarkozy, NDLR] No voten por Emmanuel Macron antes de la primera vuelta de las elecciones. Lo que los más pesimistas ven como una forma de clemencia por parte de Nicolas Sarkozy».