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La epidemia de gripe aviar sigue propagándose. De las más de 160 fincas dañadas, dos tercios están en tierra. Con esta cuarta crisis en seis años, el modelo de pequeña agricultura está amenazado.
Se detectó un brote de influenza aviar cerca de la granja de Julien Laveniter en Douzette (Países Bajos). Todos sus animales deben ser sacrificados por tercera vez en seis años. «Picar y recoger patitos son tiempos muy difíciles para vivir«, explica el presidente de la Asociación de Productores de las Landas. Sin embargo, respetó estrictamente las estrictas instrucciones de seguridad, que le obligaron a invertir 28.000 euros. Según él, las restricciones sanitarias permanentes amenazan el método de cultivo al aire libre. En 2021, el producto tieneYa había perdido 200.000 euros de facturación.
A pocos kilómetros, en Mogron (Landis), Serge Mora decidió no comprar ningún pato este año, anticipando una nueva ola. Las sucesivas crisis tienen consecuencias nefastas para las generaciones más jóvenes. Serge Mora quiere continuar por el momento, confiando en particular en la compensación del estado. Recibirá un sobre por valor de 50.000 euros por la pandemia del año pasado.