El ex ajedrecista número uno del mundo es un acérrimo opositor al régimen de Vladimir Putin. Plantea formas de hacer de Rusia «un país digno de la confianza del resto del mundo».

Por Radosław Leniarski, Roman Imielski («Gazeta Wyborcza»)
ÉlEl primer nombre de Garry Kasparov es una referencia al presidente de los Estados Unidos, Harry Truman. En la época soviética, sus padres mostraron una imaginación peligrosa, pues nació en 1963.
Desde entonces, Gary lo ha logrado. Aunque fue entrenado por la Organización Juvenil Comunista Komsomol y la Escuela Comunista de Ajedrez Mikhail Botvinnik, se convirtió en un librepensador. Incluso antes de que el ferviente defensor del régimen soviético derrotara a Anatoly Karpov en un duelo fratricida para convertirse en campeón del mundo en 1985, era el número uno del ranking mundial, y lo siguió siendo hasta el final de su carrera, en 2005. O más de 20 años pasados en los cielos de los ajedrecistas, y eso con un número récord de puntos, que fue superado solo en 2013 por el Gran Maestro Magnus Carlsen.
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