El 8 de junio de 2003, los polacos eligieron por referéndum unirse a la Unión Europea. Un año después, se convirtió en uno de los diez nuevos miembros de la Unión.
Es una historia familiar. Una historia de matrimonio, una unión hecha de esperanza, una historia de destinos que se cruzan. También es una historia compleja, hecha de cosas que no se dijeron y malentendidos. Una relación tormentosa, donde todos se necesitan, pero donde todos esperan algo del otro que no es.
El regreso de los países del antiguo Bloque del Este a Europa era un horizonte para la Unión y Polonia. El horizonte de la paz, la democracia y la economía de mercado. Después de 20 años, ¿qué queda hoy de los sueños de Europa en Polonia y Europa Occidental? ¿Dónde distorsionaron esta relación los muchos puntos de discordia?
La Guerra Fría que Europa occidental pensaba que había terminado está de regreso. El estatus de Polonia en la Unión ha cambiado. En la línea del frente contra Rusia, el país ocupa una posición central. No solo a nivel geográfico sino también a nivel político. Por lo tanto, nos dijimos que es necesario volver a este proceso que condujo a la adhesión de Polonia y otros 9 países a la Unión en 2004. Un proceso que parecía claro en ese momento, pero no fue intuitivo.
Los conflictos cada vez más difíciles entre el Comité y el Grupo de Visegrad, países del Este que siguen el camino del liberalismo, a menudo suscitan malentendidos entre Occidente y Oriente sobre el estado de derecho, la democracia y los valores fundamentales de Europa. Así que debemos tomarnos el tiempo de revisar el camino que recorrimos juntos para calibrar la raíz de este malentendido.
En este podcast: Olivier Henrion, periodista de la RTBF. Dorota Pawelk, periodista belga-polaca.