Una nueva polémica enfurece al mundo de la política ya los medios de comunicación franceses. Marilyn Schiappa estará en la portada de la revista Playboy. El Ministro de Estado de Economía Social y Solidaria y Vida Sindical de Francia presenta su visión de los derechos de las mujeres en más de 12 páginas. Que ella apareciera, sobriamente vestida, en la portada de lo que alguna vez fue una revista con mujeres desnudas es impactante.
Los espíritus puritanos se conmueven porque una mujer de este nivel de poder ocupa un puesto que todavía se considera «revista burro». Cosa que conviene al elegido -autor de muchos libros sobre sexo- que puede así posicionarse como víctima, tratar las críticas como hipócritas retrospectivas y recordar -y con razón- que las mujeres son libres.
Esto también conviene al ministro del Interior, Gerald Darmanin, que acude en su ayuda y no debe hablar más de la violencia policial que ha enviado a muchos activistas a cuidados intensivos. En cambio, la ministra encargada del expediente de pensiones, Elizabeth Bourne, se indigna al ver a su colega dispersarse en Playboy, pero su reacción vuelve a hacer olvidar momentáneamente el fiasco de su reforma de pensiones.
Todo este revuelo recuerda a como lo llaman los medios británicos estrategia del gato muerto, o estrategia del gato muerto. Boris Johnson explicó esta técnica de conversión. Según el ex primer ministro, si arrojas un gato muerto sobre una mesa en medio de una discusión, las reacciones serán mucho mayores que un simple comentario: Oh, gato muerto.. Lo mismo para Chiappa. Parecía imposible que esta primera página no provocara una reacción de otra manera. «Oh, Schiappa está en la portada de Playboy». ¿Fue voluntario? Dejemos esta pregunta abierta.