El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, discutieron el tema de la presión migratoria a través de las fronteras durante una llamada telefónica de una hora el viernes y prometieron alentar «esfuerzos legítimos, humanitarios y efectivos para frenarla».
“A la luz de la afluencia sin precedentes de migrantes de todo el hemisferio a nuestros dos países, los presidentes reiteraron la necesidad de crear herramientas más sólidas para gestionar los levantamientos migratorios regionales”, dijo la Casa Blanca en un comunicado posterior a la llamada.
Al calificar la conversación de «agradable», López Obrador tuiteó que «hablaron de temas de interés para la relación bilateral».
Los dos presidentes también hablaron sobre la cumbre de Estados Unidos en Los Ángeles en junio, y López Obrador pidió a Estados Unidos que invite a todas las naciones estadounidenses a la cumbre «sin excluir a nadie».
Los comentarios se hicieron citando la recomendación de la administración Biden de no invitar a Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Tras la invitación, el presidente mexicano dijo que su canciller, Marcelo Abbott, viajaría a Washington el lunes para tratar «temas de cooperación para el desarrollo» y la cumbre.
La rúbrica 42 se sale de control
Los dos líderes también discutieron el fin de las restricciones inducidas por el gobierno sobre los solicitantes de asilo que buscan venir a los Estados Unidos, conocidas como Regla 42, impuestas por el expresidente Donald Trump. La regla permitía que los oficiales fueran evacuados rápidamente, en lugar de quedarse en Estados Unidos cuando se investigaban casos de inmigrantes y solicitantes de asilo.
Dado que la orden de restricción de salud pública vence el 23 de mayo, la orden judicial está actualmente en vigor.
Sin embargo, Estados Unidos y México anticipan una emergencia de inmigrantes en la frontera sur de Estados Unidos una vez que se levanten las restricciones.
A medida que crece la multitud, se espera que aumenten las tensiones dentro de los Estados Unidos antes de las elecciones de mitad de período, que determinarán si los demócratas retienen el control de la Cámara y el Senado.
Objetivos compartidos en medio de tensiones
Ambos países reafirmaron sus objetivos de fortalecer las cadenas de suministro de América del Norte y las actividades agrícolas y comerciales transfronterizas.
Esto ocurre a pesar de algunas objeciones compartidas por Estados Unidos, a pesar de las objeciones a la negativa de México a imponer sanciones a Rusia por la invasión de Ucrania y algunas reformas controvertidas del sector energético presentadas por López Obrador.
“El tono de la llamada es muy constructivo. Esta no es una amenaza amenazadora del presidente Biden al presidente mexicano”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Zaki, refiriéndose a los tratos agresivos de Trump con México por la inmigración ilegal.
«Gran parte de la conversación ha sido sobre la migración y el trabajo en curso sobre integración, integración económica y la adopción de medidas para reducir la migración transfronteriza», agregó Zaki.
Ver/jcg (AP, AFP)