“Las declaraciones de Emmanuel Macron de que Rusia usará el conflicto de Nagorno-Karabaj para desestabilizar el sur del Cáucaso son terribles y totalmente inaceptables”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia en un comunicado.
“Rusia intervino en este conflicto, y está claro que jugó el juego de Azerbaiyán con la complicidad de Turquía, y volvió allí para debilitar a Armenia”, dijo el miércoles el presidente francés en una entrevista en el canal France 2.
“Es una maniobra para desestabilizar a Rusia, que en el Cáucaso busca crear un caos para debilitarnos y dividirnos a todos”, dijo.
Desde el punto de vista de la diplomacia rusa, estas «ridículas declaraciones del presidente francés demuestran que París no tiene interés en establecer una paz duradera en la región y pone en duda la capacidad de su país para desempeñar un papel constructivo allí».
El Ministerio afirma: «A diferencia de Francia (…), Rusia ha contribuido de manera práctica a la solución del conflicto».
Armenia, un aliado de Rusia, y Azerbaiyán, respaldado por Turquía, han librado dos guerras en las últimas tres décadas por el control de Nagorno-Karabaj.
El conflicto de 2020 terminó con un alto el fuego y la mediación de Rusia, que desplegó allí un contingente de fuerzas de paz.
En septiembre, al menos 286 personas murieron en nuevos enfrentamientos en la frontera entre Armenia y Azerbaiyán.