La nueva normativa Euro 7, que tiene como objetivo reducir las emisiones de vehículos, ha generado controversia en la industria automotriz. Los países de la Unión Europea han solicitado retrasar su entrada en vigor, proponiendo que sea en 2027 para vehículos ligeros y en 2029 para camiones y autobuses.
Este acuerdo, alcanzado en el Consejo de Industria de la UE, busca responder a las quejas del sector automotriz. Se basa en la normativa Euro 6 para turismos y furgonetas, y relaja las ambiciones de reducción de emisiones.
El texto de la normativa Euro 7 busca promover una transición hacia la prohibición de la venta de vehículos de combustión en 2035. Además, incluye tanto vehículos ligeros como pesados, y establece requisitos relacionados con las baterías y la vida útil de los vehículos.
Entre las diversas opiniones, los principales grupos automovilísticos se oponen a la normativa Euro 7. Argumentan que la reducción de emisiones sería mínima y que los costos serían demasiado altos para la industria.
Por su parte, Rumanía y otros siete países miembros de la UE se oponen a la normativa Euro 7 porque consideran que aleja a la industria de los objetivos de emisiones. Estos países han solicitado ampliar las fechas de aplicación y establecer categorías diferenciadas para los vehículos pesados.
En resumen, la normativa Euro 7, que tiene como objetivo reducir las emisiones de vehículos, ha generado debate en la industria automotriz. Mientras algunos países piden retrasar su entrada en vigor, otros se oponen a ella por considerar que no cumple con los objetivos de reducción de emisiones y supone altos costos para la industria. En medio de estas disputas, se busca encontrar un equilibrio entre la protección del medio ambiente y la viabilidad económica de la industria automotriz.