El Gobierno de Joe Biden ha ordenado reforzar la construcción del muro fronterizo con México en áreas con altos índices de cruces de migrantes. Esta medida se llevará a cabo en el valle del Río Grande, en Texas, una de las zonas con más detenciones de migrantes.
El objetivo de esta acción es prevenir la entrada irregular de migrantes a territorio estadounidense mediante la construcción de barreras físicas y vías. Sin embargo, para llevar a cabo estas construcciones, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) eximirá el cumplimiento de más de 26 leyes, incluyendo normativas ambientales y de conservación cultural.
Esta decisión ha sido criticada por la organización Center for Biological Diversity, quien considera que se están pasando por alto leyes ambientales fundamentales. Según esta organización, la construcción del muro fragmentará hábitats naturales y amenazará especies en peligro de extinción.
Cabe resaltar que las detenciones de migrantes en la frontera sur aumentaron un 36% en agosto, a pesar de las medidas más restrictivas impuestas por el Gobierno demócrata en mayo. Esta situación ha llevado al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, a afirmar que existe una necesidad urgente de construir barreras físicas y carreteras para evitar entradas ilegales en las zonas del proyecto.
El debate sobre la construcción del muro fronterizo continúa siendo polémico y genera opiniones encontradas. Mientras algunos defienden esta medida como una manera de garantizar la seguridad y soberanía del país, otros la consideran una barrera innecesaria que afecta el medio ambiente y los derechos humanos de los migrantes.
En conclusión, el Gobierno de Joe Biden ha ordenado reforzar la construcción del muro fronterizo en Texas para prevenir la entrada irregular de migrantes. Sin embargo, esta medida ha generado críticas por parte de organizaciones ambientales y especialistas, quienes consideran que se están pasando por alto leyes fundamentales. El debate sobre esta acción continúa abierto, mientras las detenciones de migrantes en la frontera sur siguen aumentando.