El Banco Central Europeo ha decidido finalmente subir los tipos de interés tras seis años con el precio del dinero en el cero por ciento. Después de un año, los tipos de interés en la eurozona alcanzaron el 4,25%, mientras que en Estados Unidos llegaron al 5,5%.

Los mercados se encuentran en espera del fin de las subidas de tipos de interés en Estados Unidos, y solo esperan una posible alza más en la eurozona. A pesar de las incertidumbres que aún persisten, como la evolución de la inflación y el crecimiento económico, se espera que el aterrizaje sea suave.

Los analistas aconsejan invertir en renta fija debido a la expectativa de un ciclo de subida de tipos de interés más prolongado o a una posible bajada en el futuro. Para ello, los inversores ven buenas oportunidades en bonos corporativos, bonos subordinados y deuda gubernamental.

En este sentido, los bonos a corto plazo ofrecen rentabilidades atractivas y protección ante posibles subidas de tipos. Aunque los mercados de bonos han experimentado cierta volatilidad, se espera que los bonos a largo plazo sean beneficiosos en un escenario de debilidad económica.

Los expertos recomiendan especialmente bonos ligados a la inflación en Estados Unidos y bonos gubernamentales en la eurozona. Sin embargo, aunque la renta fija es prioridad para muchos, algunos analistas destacan oportunidades en el mercado de acciones, sobre todo en sectores como el consumo discrecional, el turismo, el sector financiero y el industrial.

Además, la renta variable japonesa se presenta como una apuesta interesante debido a la política monetaria más laxa que se está llevando a cabo en el país.

En definitiva, los datos macroeconómicos y el comportamiento de los mercados serán fundamentales para determinar las tendencias futuras en los tipos de interés y en las oportunidades de inversión.