Ecuador en riesgo de convertirse en el país más violento de América Latina

Ecuador se ha encontrado sumido en una crisis de inseguridad que ha durado casi tres años, y ahora se pronostica que en 2023 alcanzará una tasa de muertes violentas de más de 40 por cada 100.000 habitantes, convirtiéndose así en el país más violento de América Latina.

La situación es alarmante, ya que cada hora muere una persona en un contexto de violencia criminal en Ecuador, sumando un total de 7.497 muertes violentas hasta el 17 de diciembre. Uno de los barrios más afectados es Nueva Prosperina en Guayaquil, que registra una tasa de homicidios de 114 por cada 100.000 habitantes, una de las más altas del mundo.

Además de esto, los recientes asesinatos de Fernando Villavicencio, candidato a la Presidencia en agosto pasado, y de Agustín Intriago, alcalde de Manta en julio, han generado conmoción en el país debido a sus implicaciones políticas. Mientras tanto, las masacres en las cárceles y los tiroteos en zonas populares también han causado angustia en la población.

La crisis económica que ha vivido Ecuador durante la presidencia de Guillermo Lasso ha contribuido al aumento de la violencia. Sin embargo, el principal factor detonante de la inseguridad en el país es el narcotráfico, cuyas mafias han infiltrado instituciones formales del país y afectan a la población, al sistema financiero y al Estado.

Es importante destacar que estas mafias utilizan el sistema de exportación formal de Ecuador para enviar drogas a Europa y Estados Unidos. El 70% del dinero proveniente del narcotráfico se blanquea o lava en el sistema financiero, mientras que solo el 30% se utiliza en la economía informal.

En medio de esta crisis, el presidente del país, Daniel Noboa, ha realizado cambios importantes en las cúpulas de mando de las Fuerzas Armadas y la Policía para abordar la espiral de violencia. Sin embargo, el mayor desafío sigue siendo la lucha contra las grandes mafias del narcotráfico que han infiltrado las instituciones formales del país.

La crisis de inseguridad afecta principalmente a la población infantil y juvenil, quienes son blanco de reclutamiento por parte de las grandes mafias. Actualmente, la mayoría de la población carcelaria en Ecuador tiene entre 18 y 29 años, y el 37,2% de las mujeres encarceladas tiene entre 18 y 22 años. La deserción escolar y la alta emigración también contribuyen a la vulnerabilidad de la población infantil frente a la criminalidad.

En este sentido, se hace un llamado al presidente Noboa para que destine recursos y equipo a la Policía con el fin de combatir el narcotráfico y el crimen organizado. Esta es una tarea que quedó pendiente durante la presidencia de Lasso y que debe abordarse de manera urgente para detener la ola de violencia que azota al país.

En conclusión, Ecuador se encuentra en una situación alarmante en cuanto a seguridad se refiere, y es necesario tomar medidas urgentes para combatir el narcotráfico y el crimen organizado. La vida de miles de personas está en riesgo y es responsabilidad de las autoridades salvaguardar la seguridad y el bienestar de la población.