El hermano menor del presidente de Colombia, Juan Fernando Petro, ha generado controversia por sus reuniones periódicas con políticos y mafiosos, según informes recientes. En su última cita en un restaurante de Medellín con 11 alcaldes del Urabá Antioqueño, pidió que la información no fuera difundida, lo que ha levantado sospechas sobre la naturaleza de estos encuentros.

Los alcaldes buscaban transmitir preocupaciones sobre educación, salud y paz al presidente a través de Juan Fernando Petro, a pesar de que él no ostenta un cargo oficial en el gobierno. Se ha cuestionado su cercanía con políticos condenados y presuntos ofrecimientos de beneficios a narcotraficantes a cambio de dinero, lo que ha llevado al presidente a solicitar a la Fiscalía que investigue a su hermano por estas reuniones.

Juan Fernando Petro también ha sido criticado por su amistad con la esposa de un político condenado por homicidio, lo que ha sembrado dudas sobre posibles beneficios para el condenado. A pesar de las críticas, Petro ha defendido sus reuniones argumentando que busca el beneficio de las comunidades.

Sin embargo, la polémica continúa y las reuniones de Juan Fernando Petro con personajes cuestionados siguen generando sospechas en la opinión pública. La transparencia y la ética en las relaciones políticas se han puesto en entredicho, mientras se espera que se aclaren los motivos detrás de estos encuentros. El futuro de Petro y su influencia en la política colombiana permanecen en el centro de la polémica.