Descubrimiento sobre el efecto de la proteína laminina en el crecimiento del tumor de mama

Pere Roca-Cusachs, físico e investigador principal del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC), ha realizado un importante descubrimiento sobre el crecimiento del tumor de mama. Junto con su equipo, han publicado un estudio en la revista Nature Materials que revela la influencia de una proteína llamada laminina en este proceso.

El estudio se basó en modelos celulares y muestras de pacientes con cáncer de mama. Los resultados obtenidos demostraron que la laminina actúa como una protección contra el crecimiento del tumor, disminuyendo su presencia cuando hay un proceso tumoral. Esto sugiere que esta proteína podría ser clave en el desarrollo de posibles terapias para el cáncer de mama y otras enfermedades.

El equipo de Roca-Cusachs también está investigando el papel de las fuerzas mecánicas en el cáncer de páncreas y la fibrosis. El laboratorio cuenta con aproximadamente 13 personas con diferentes especialidades, desde físicos hasta biólogos moleculares y químicos, y utilizan herramientas computacionales en el análisis de datos e imágenes, así como en el diseño de fármacos para inhibir respuestas celulares a fuerzas mecánicas.

En base a estos hallazgos, se está diseñando un fármaco que tiene como objetivo detener el crecimiento del tumor y revertir el estado mecánico del tejido alrededor de este. Se espera que esta terapia pueda tener importantes implicaciones clínicas en el tratamiento del cáncer de mama y otras enfermedades relacionadas.

Pere Roca-Cusachs comenzó a interesarse por la mecánica celular después de ver un anuncio en la Facultad de Física de la Universidad de Barcelona. Su investigación ha sido reconocida con una ayuda Advanced Grant del Consejo Europeo de Investigación, lo que demuestra la importancia y relevancia de sus descubrimientos en el campo de la bioingeniería.

Este nuevo estudio es un paso importante para el avance en el tratamiento del cáncer de mama y la comprensión de los procesos biofísicos involucrados en esta enfermedad. Se espera que, en un futuro cercano, las terapias basadas en estos hallazgos puedan mejorar la calidad de vida de los pacientes y reducir la mortalidad asociada a este tipo de cáncer. En definitiva, un gran avance en la lucha contra el cáncer de mama.