El pollo, una carne versátil y saludable

El pollo es una de las carnes más consumidas en el país debido a su versatilidad en la cocina, su sabor suave, sus propiedades saludables y su precio accesible. Sin embargo, existe una tendencia a creer que comer la piel del pollo es perjudicial para la salud. En realidad, consumirla ocasionalmente como parte de una dieta equilibrada generalmente no es perjudicial.

La piel del pollo es la parte más calórica y contiene grasas saturadas. Por lo tanto, si se desea evitar un consumo excesivo de calorías y grasas, es recomendable evitarla, especialmente para personas con preocupaciones específicas relacionadas con enfermedades cardíacas o colesterol alto. Sin embargo, la forma de preparar el pollo es importante si se desea comer la piel. Asarlo es la mejor opción, ya que la grasa se desprende y queda en el jugo. Por otro lado, freírlo retiene la grasa, incluyendo la del aceite utilizado, lo cual puede generar compuestos potencialmente dañinos cuando se cocina a altas temperaturas.

Es necesario destacar que la piel del pollo es una de las partes del animal que más bacterias acumula, por lo que es importante cocerla bien para eliminar cualquier riesgo.

Además, es importante mencionar que las partes menos grasas y más saludables del pollo son los solomillos y la pechuga. Estas partes tienen un alto contenido de proteínas y nutrientes importantes como fósforo, niacina y vitamina B6.

En cuanto a una receta nutritiva y sabrosa de pollo, podemos mencionar el Sam de pollo Shawarma. Consiste en envolver diferentes ingredientes en hojas de lechuga, lo cual lo convierte en una opción baja en calorías y rica en nutrientes.

En conclusión, el pollo sigue siendo una excelente opción para incluir en la dieta debido a sus propiedades saludables y su versatilidad en la cocina. Sin embargo, es importante tener en cuenta las precauciones mencionadas anteriormente para disfrutar de sus beneficios de manera responsable.