Las divisiones internas están debilitando al gobierno israelí liderado por Benjamín Netanyahu, según informes recientes. Mientras tanto, su adversario político, Benny Gantz, está ganando popularidad entre los votantes, lo que ha erosionado aún más la posición de Netanyahu.

Las diferencias entre los siete partidos del gobierno han dificultado la elaboración de una estrategia clara y la negociación de una nueva tregua en Gaza. En particular, el partido ultraderechista Sionismo Religioso ha estado presionando para tener más participación en la toma de decisiones sobre el conflicto con Hamás.

Los expertos también advierten que hay un aumento del apoyo a movimientos extremistas en el electorado israelí. El año 2023 ha sido uno de los más dramáticos en la historia de Israel, con protestas y conflictos internos que han agitado aún más el panorama político.

Se recordará que Netanyahu formó un gobierno de derecha, que incluye al partido ultraderechista Sionismo Religioso. Sin embargo, la reforma judicial propuesta por el gobierno ha generado protestas masivas y la Corte Suprema podría rechazarla, lo que podría provocar enfrentamientos con la ultraderecha.

La situación cambió drásticamente con el reciente ataque de Hamás, lo que llevó a la formación de un gobierno de unidad liderado por Netanyahu y Gantz. Este gobierno se divide en gabinetes políticos, de seguridad y de guerra. Se supone que el Gabinete de Guerra toma las decisiones sobre las operaciones militares.

En resumen, las tensiones internas y las divisiones políticas están debilitando la posición de Netanyahu y generando incertidumbre en Israel. Las discrepancias entre los partidos políticos dificultan el avance de una estrategia clara, lo que añade aún más caos a este ya turbulento periodo en la historia del país.