El causante del error, que tiene poco más de 30 años, admitió que quemó al futbolista con un producto corrosivo durante la noche del 1 al 2 de julio, y posteriormente también admitió haber agredido a una mujer y secuestrado a su recién nacido con el pretexto de ser un trabajador social.
La fiscalía dijo que fue acusada de «intento de asesinato, secuestro, intento de secuestro de una persona menor de quince años, irrumpir en una casa y violencia con un arma».
Detectada después de su segundo ataque por testigos que rescataron a la madre, la policía la encontró el 3 de julio con el recién nacido, identifica el fiscal general adjunto Lorient.
Ella explicó: «Tuvo un aborto espontáneo, que luego ocultó a quienes la rodeaban». «Asediada por sus mentiras y diversas estratagemas, no encontró otra solución que secuestrar a un niño recién nacido que pudiera ajustarse físicamente a lo esperado», prosigue el comunicado.
La policía concilió dos hechos al «responder al informe de la mujer que agredió al señor Wissa, quien también es padre de una niña de pocas semanas», una niña a la que negó haber intentado secuestrar.