El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha buscado evitar una escalada de conflicto en Oriente Próximo al pedir una respuesta diplomática urgente en una reunión con los miembros del G-7. En una cumbre virtual desde la Casa Blanca, Biden condenó el reciente ataque de Irán contra Israel y expresó su confianza en apaciguar los ánimos en la región con un mensaje constructivo.

Israel interceptó más de 300 misiles y drones lanzados por Irán, lo que ha generado una tensión creciente en la región. A pesar de esto, Estados Unidos ha dejado claro que no participará en una contraofensiva contra Irán, aunque respalda la capacidad militar de Israel.

El secretario general de la ONU, António Guterres, también condenó el ataque de Irán y llamó a evitar una guerra regional. El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió de urgencia para tratar la situación, en la que Teherán se justificó bajo el artículo 51 de la carta de la ONU para atacar a Israel.

En medio de esta crisis, Biden ha buscado la vía diplomática como solución, confiando en que se pueda encontrar una salida pacífica a la situación actual. A pesar de las tensiones en la región, el presidente estadounidense está comprometido en evitar una guerra a gran escala en Oriente Próximo y ha instado a todas las partes involucradas a buscar una solución diplomática.