La mesalazina, un tratamiento utilizado para diversas enfermedades intestinales, no es considerada una terapia de alta inmunosupresión, por lo que no hay contraindicación para recibir vacunas vivas atenuadas mientras se está administrando esta medicación.

Un documento publicado en julio de 2018 recomienda esperar un intervalo de al menos 4 semanas desde la interrupción del tratamiento oral con mesalazina antes de recibir vacunas vivas atenuadas.

En raras ocasiones, la mesalazina oral puede provocar leucopenia y neutropenia, condiciones en las que existe una disminución en el número de glóbulos blancos en la sangre. Sin embargo, estudios observacionales han demostrado que la administración de la vacuna triple vírica durante el tratamiento con mesalazina no ha causado efectos secundarios graves ni infecciones por la cepa atenuada de la vacuna.

Por lo tanto, se recomienda idealmente esperar un intervalo de 4 semanas después de interrumpir la mesalazina oral para administrar la vacuna triple vírica, a menos que la situación clínica del paciente lo impida. Sin embargo, si no es posible esperar este tiempo, se puede considerar administrar la vacuna durante el tratamiento con mesalazina, siempre y cuando se realicen controles regulares de los recuentos sanguíneos del paciente.

Después de recibir la vacuna triple vírica, se debe esperar un periodo de 4 a 6 semanas antes de comenzar el tratamiento con agentes biológicos.

En resumen, la administración de vacunas vivas atenuadas durante el tratamiento con mesalazina oral no presenta riesgos significativos y no está contraindicada. Se recomienda seguir las pautas de espera recomendadas entre la suspensión del tratamiento y la administración de la vacuna, así como realizar un monitoreo de los recuentos sanguíneos del paciente para garantizar su seguridad. En caso de duda, es siempre recomendable consultar con un profesional de la salud.