Durante la campaña electoral en Sevilla, el alcalde José Luis Sanz ha propuesto trasladar el Museo de Bellas Artes a la antigua Fábrica de Tabacos con el objetivo de ampliarlo. Sin embargo, la Universidad de Sevilla, actual propietaria del edificio, se enteró de la propuesta a través de los medios de comunicación y se opuso rotundamente al proyecto.

Además, Sanz ha planteado la idea de cerrar el acceso a la emblemática Plaza de España para cobrar una entrada a los turistas, sin consultar previamente al Gobierno central. Ante esta propuesta, el Gobierno rechazó de manera contundente la privatización de este espacio público, señalando que la Plaza de España es patrimonio del Estado y alberga dependencias estatales.

El Gobierno también ha criticado la iniciativa del alcalde al considerar que afecta al servicio público y restringe el acceso de la ciudadanía al monumento. A pesar de estas críticas, Sanz asegura que los sevillanos seguirán teniendo acceso gratuito a la plaza, y propone cobrar una tasa a los turistas para mantener y restaurar el monumento.

Sin embargo, la propuesta del alcalde ha generado un amplio rechazo por parte de diferentes sectores, incluyendo partidos de izquierda, sindicatos, organizaciones de consumidores y hoteleros. Estos grupos critican que la propuesta no aborda problemas importantes de seguridad y limpieza en la Plaza de España, y consideran que la medida solo beneficiará a una minoría de personas.

En definitiva, el debate en torno a la propuesta del alcalde de Sevilla ha generado tensiones y divisiones en la ciudad, con diferentes actores posicionándose a favor o en contra de la privatización de un espacio público tan emblemático como la Plaza de España.