Científicos logran transportar imágenes por una red sin enviarlas físicamente

Un equipo internacional de investigadores de la Universidad de Witwatersrand y el Instituto de Ciencias Fotónicas ha logrado un importante avance en el campo de la tecnología cuántica al conseguir transportar imágenes por una red sin necesidad de enviarlas físicamente.

Este sorprendente logro se basa en la teleportación cuántica, una tecnología que ha sido inspirada en la famosa serie Star Trek y que ahora se ha hecho realidad gracias a los esfuerzos de este equipo de científicos.

La teleportación cuántica se basa en el entrelazamiento cuántico, una propiedad de la física cuántica en la que el estado de una partícula está intrínsecamente relacionado con el estado de otra, incluso a grandes distancias.

En este experimento, los investigadores lograron el transporte de «patrones» de luz utilizando solo dos fotones entrelazados como recurso cuántico. Para ello, utilizaron un detector óptico no lineal que evita la necesidad de utilizar más fotones y garantiza una transmisión precisa de la información.

Aunque esta nueva forma de enviar información no es más rápida que los métodos convencionales, sí ofrece una ventaja importante: crea una marca de agua cuántica que protege la información durante su transporte.

Se espera que este experimento motive nuevos avances en la comunidad científica y abra nuevas posibilidades en el campo de las comunicaciones cuánticas. Aunque esta configuración solo permite establecer un canal seguro de comunicación entre dos partes, no puede evitar que un remitente engañoso conserve copias de la información que va a ser teleportada.

Sin duda, esta investigación es un importante paso en el avance de la tecnología cuántica y demuestra el potencial que tiene para revolucionar diversos campos, incluyendo el de las comunicaciones.

El experimento fue realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Witwatersrand y el Instituto de Ciencias Fotónicas. Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista Nature Communications bajo el título «Quantum transport of high-dimensional spatial information with a nonlinear detector».