Los legisladores republicanos retiraron su apoyo a Jim Jordan para presidir la Cámara de Representantes de Estados Unidos en un reciente giro político. Después de fracasar en tres votaciones ante el pleno, Jordan se vio relegado como candidato en una reunión interna de los conservadores.

En su última votación, Jordan solo logró obtener 194 votos, lo que no fue suficiente para asegurar su puesto. Sorprendentemente, veinticinco colegas republicanos respaldaron a otros candidatos, incluso algunos que no se habían postulado previamente.

Los republicanos llevaron a cabo una votación a puerta cerrada para debatir si debían continuar convocando a Jordan como nominado. Esta decisión marca un golpe en la carrera política del actual presidente del Comité Judicial de la Cámara Baja, quien también es un aliado cercano del expresidente Donald Trump.

Considerado como uno de los representantes más radicales del partido, Jordan ha sido criticado por su postura extrema en numerosos temas políticos. Los medios estadounidenses han informado que el resultado de la votación fue negativo, dejando a Jordan sin el apoyo necesario para liderar la Cámara de Representantes.

Este revés político para Jim Jordan es sin duda un punto de inflexión en su carrera, y puede tener serias repercusiones para el futuro del partido republicano. Mientras tanto, otros candidatos tendrán la oportunidad de asegurar el importante papel de presidir la Cámara de Representantes de Estados Unidos.