La Administración del presidente Joe Biden ha tomado una decisión que impactará las inversiones en China relacionadas con la computación cuántica, los chips avanzados y la inteligencia artificial. Esta medida ha sido anunciada a través de una orden ejecutiva que prohíbe la inversión estadounidense en estos sectores.
China ha expresado su descontento ante estas restricciones y se opone firmemente a ellas. El país asiático considera que esta medida tiene como objetivo frenar su avance en sectores estratégicos relacionados con el desarrollo militar y de inteligencia.
La Casa Blanca ha defendido que esta decisión no tiene una motivación económica y que se permitirá la inversión en otros sectores en China. Sin embargo, algunos aliados de Estados Unidos, como el Reino Unido, están considerando seguir los pasos de esta nación y restringir también las inversiones en el sector tecnológico chino.
Washington está a la espera de la decisión del Reino Unido y de ver si otros aliados respaldan esta medida. La orden ejecutiva de Biden entrará en vigor en 2024 y forma parte de una estrategia para limitar el acceso de China a la tecnología estadounidense.
Esta medida principalmente afectará a las firmas estadounidenses de capital riesgo que han invertido en empresas tecnológicas chinas en las últimas décadas. Además, amenaza las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y China y puede generar enfrentamientos adicionales.
Ante la posibilidad de futuras restricciones, algunos gigantes tecnológicos chinos han comenzado a encargar semiconductores a la empresa estadounidense Nvidia como precaución.
Estas decisiones tienen un impacto significativo en la economía global y en la relación entre Estados Unidos y China. La Administración de Joe Biden busca frenar el avance tecnológico chino en sectores estratégicos, mientras que China defiende su derecho a desarrollarse en estas áreas.
El mundo estará atento a los próximos movimientos de Estados Unidos y sus aliados, así como a la respuesta de China ante estas restricciones. La incertidumbre en el ámbito tecnológico y las posibles repercusiones económicas son temas de preocupación para todos los actores involucrados.