Veintisiete aspirantes presidenciales de quince frentes políticos competirán en las primarias del próximo domingo 13 de agosto en Argentina, lo que representa un récord de candidaturas presidenciales desde que se adoptó el sistema de primarias abiertas en 2011. Sin embargo, se espera que solo un puñado de candidatos logre el pase a las elecciones generales de octubre.

De los quince frentes electorales, siete presentan más de una lista de candidatos a presidente y vicepresidente. Cada frente debe obtener al menos el 1,5% de los votos totales para poder competir en octubre. Los argentinos tendrán un amplio menú de opciones para elegir, pero solo unos pocos candidatos acaparan protagonismo en la campaña.

Entre los principales actores políticos se encuentran el frente oficialista peronista Unión por la Patria y la coalición opositora Juntos por el Cambio. Sin embargo, también hay otras alternativas, como candidatos de la izquierda más tradicional, un candidato libertario conservador y un representante del peronismo no kirchnerista. A pesar de la diversidad, la fragmentación en ciertos espacios minoritarios es evidente.

Además de las candidaturas presidenciales, también se han registrado récords de candidaturas para cargos parlamentarios nacionales. La gran cantidad de candidaturas se debe a la diversidad política y también al interés por recibir fondos electorales por parte de algunos partidos. Este año, los aportes para la campaña electoral ascienden a 5.200 millones de pesos (unos 17,6 millones de dólares).

Si bien la ley trata de asegurar la diversidad y la oportunidad para expresar una corriente política, algunos encuentran la forma de hacer un negocio al constituir partidos con pocas firmas. Sin embargo, el próximo domingo los argentinos tendrán la oportunidad de elegir entre una amplia gama de candidatos en las primarias, y solo unos pocos avanzarán a las elecciones generales en octubre.