El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado el IPC definitivo de noviembre, utilizado para las pensiones en 2024. Las pensiones contributivas aumentarán un 3,8% a partir del próximo año.

Esta medida beneficiará a cerca de 10 millones de personas que reciben pensiones contributivas, siendo las más comunes entre los pensionistas.

En 2024 se aplicará por tercer año consecutivo la nueva fórmula acordada por el antiguo ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, con los sindicatos y la patronal. Esta fórmula se basa en calcular la media de la inflación entre diciembre del año anterior y noviembre del presente para determinar el aumento de las prestaciones contributivas. En este caso, el resultado es un aumento del 3,8%.

Por lo tanto, la pensión media contributiva, que actualmente es de 1.197,9 euros, aumentará a partir de enero a 1.243,3 euros, lo que supone un incremento medio de unos 45 euros. Todas las pensiones contributivas de viudedad, incapacidad temporal y orfandad también aumentarán en la misma proporción. La pensión máxima aumentará hasta los 3.175 euros brutos al mes, 116 euros más que en 2023.

En España, la Seguridad Social paga principalmente pensiones contributivas de jubilación (alrededor de 6,4 millones), seguidas de las pensiones de viudedad (alrededor de 2,3 millones), incapacidad permanente (0,9 millones) y orfandad (0,3 millones).

Se espera un incremento más significativo para las pensiones mínimas no contributivas, las cuales reciben las personas más vulnerables. Actualmente, la pensión mínima no contributiva es de 565,37 euros al mes y el Gobierno prevé un aumento del 6,8% para el próximo año.

El Ingreso Mínimo Vital (IMV), una renta mínima estatal recibida por casi dos millones de personas, también está pendiente de la decisión del Gobierno para su revalorización en 2024. La cuantía actual oscila entre los 565,37 euros y los 1.243,83 euros, según el tamaño de la unidad de convivencia.

El nuevo sistema de cálculo de las pensiones elimina las «paguillas» que se utilizaban en el pasado para compensar la diferencia entre el IPC definitivo y el aumento aprobado por el Gobierno. A partir de ahora, estas «paguillas» desaparecerán de las nóminas de las pensiones.