El conflicto en Ucrania alcanza los 794 días con un reciente ataque masivo de misiles por parte de Rusia, que ha golpeado instalaciones energéticas en tres regiones, resultando en la derribada de 21 de los 34 misiles disparados. Este bombardeo ha provocado escasez de energía en Ucrania, lo que ha llevado al gobernador de la región de Lviv a pedir a los residentes que reduzcan el uso de equipos eléctricos.
Moscú ha acusado a Ucrania de lanzar ataques con drones en regiones rusas, lo que ha exacerbado la situación y ha llevado a las fuerzas ucranianas a tener que defenderse contra la ofensiva rusa y esperar el apoyo militar de Estados Unidos. Según el Instituto de Estudios de Guerra (ISW), las fuerzas ucranianas necesitarán semanas para recibir la ayuda militar estadounidense.
El conflicto en Ucrania ha generado preocupación internacional y ha llevado a llamados a la calma y la mediación para evitar una escalada aún mayor de la violencia. Mientras tanto, los ciudadanos ucranianos se enfrentan a cortes de energía, al tiempo que se preparan para lo que podría ser un período prolongado de conflicto y tensión en la región. En medio de estas difíciles circunstancias, la esperanza de una solución pacífica y duradera parece cada vez más lejana.