El Partido Popular (PP) podría perder su mayoría absoluta en las elecciones gallegas del próximo 18 de febrero, según una encuesta preelectoral realizada por el CIS. El estudio revela que el PP sería la fuerza más votada, pero sufriría un descenso en comparación con las elecciones de 2020.

El Bloque Nacionalista Galego (BNG), liderado por Ana Pontón, podría convertirse en la segunda fuerza más votada, superando así sus resultados históricos. De hecho, el estudio estima que el BNG podría alcanzar un acuerdo con otras fuerzas de izquierda para formar un gobierno.

Por otro lado, el Partido Socialista de Galicia (PSdeG) también sufriría un descenso en sus escaños, según la encuesta. Otras fuerzas políticas como Para Sumar y Democracia Ourensana podrían entrar en el Parlamento gallego con algunos escaños, lo que implicaría cambios significativos en la composición de la cámara.

Un dato relevante de esta encuesta es que, por primera vez, el partido de extrema derecha VOX podría obtener representación en el Parlamento de Galicia. Sin embargo, el partido de izquierdas Podemos se quedaría fuera de la cámara según los resultados del CIS.

En cuanto a las preferencias de los votantes, la encuesta muestra que las opciones de izquierda sumarían el 54,3% de los votos, mientras que el PP y VOX reunirían el 44,6%. Además, Ana Pontón, líder del BNG, es la candidata mejor valorada según la encuesta.

Aunque los resultados de la encuesta son significativos, aún existe un porcentaje considerable de electores indecisos. Según el estudio, el 23,7% de los electores se considera indeciso a seis días de las elecciones. Sin embargo, el 34,2% de los encuestados cree que el BNG ha planteado los asuntos de mayor interés para Galicia durante la campaña electoral.

El CIS también revela que el 82% de los votantes del BNG en 2020 mantendrían su respaldo a esta formación. Además, algunos votantes del PP y del PSdeG podrían optar por el BNG en estas elecciones, según la encuesta.

Estos resultados muestran un panorama político cambiante en Galicia, con la posibilidad de una nueva configuración en el gobierno autonómico. La incertidumbre y los votantes indecisos añaden un elemento de suspense a estas elecciones, que definirán el futuro político de la región.