Según Oleg, de 26 años, no se detectó ningún movimiento de las fuerzas de Wagner en este sector de la frontera.

El soldado anónimo dijo que Ucrania estaba lista para «repeler» cualquier intento de incursión de las fuerzas rusas, incluido el Grupo Wagner.

Y añade: “Ya que fuimos apuñalados por la espalda por Bielorrusia, no descartamos la posibilidad de movimientos o despliegue de combatientes de Wagner en suelo bielorruso”. El 24 de febrero de 2022, el ejército ruso atravesó el territorio de Bielorrusia hacia Kiev, ingresando en la región ucraniana de Chernihiv.

Minsk dijo esta semana que los combatientes de Wagner ahora estaban entrenando a las fuerzas bielorrusas cerca de Osipovichi, en el este del país.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, confirmó que Kiev está «siguiendo de cerca el desarrollo de la situación (…) y que actualmente no hay amenazas importantes» para Ucrania.

«En período de prueba»

En la mañana de la invasión del 24 de febrero, los guardias fronterizos ucranianos volaron un puente sobre el río Dnipro, la frontera natural con Bielorrusia.

Las fuerzas rusas entraron en la región de Chernihiv ese día. Se produjeron intensos combates hasta la retirada de las fuerzas rusas en abril de 2022. Pero la zona sigue siendo bombardeada con regularidad.

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En la frontera, los guardias fronterizos ucranianos dijeron que observaron a sus homólogos bielorrusos pero no les hablaron.

Oleg dijo que la situación en la frontera «está bajo control y en calma, y ​​no registramos ninguna provocación por parte de Bielorrusia».

Dijo que las fuerzas ucranianas estimaron la presencia de unos 2.000 soldados del ejército regular ruso en el territorio de Bielorrusia, además de aviones y helicópteros.

«tenso»

La calle principal del pueblo de Dniprovskie tiene dos tiendas y una iglesia.

Victor Koren, de 76 años, que fue allí a comprar queso, admitió que estaba «nervioso».

«Por supuesto que estoy nervioso. Porque está muy cerca. Hay un río cerca de nosotros, una frontera, y estos hijos de puta están del otro lado de la frontera», dijo, refiriéndose a los rusos.

En la tienda de comestibles donde almacena la mercancía, Ilya Bobuk, de 20 años, dice que está convencido de que Ucrania podrá resistir un nuevo ataque.

«La primera vez ellos (los rusos) tenían el elemento sorpresa. Ahora creo que no funcionará. Tenemos gente veterana. Chicos valientes. Creo que no tenemos nada que temer», dijo.

«No hay señales de que algo haya cambiado», dijo la dueña de la tienda, Katrina Popock, de 37 años. Pero ella todavía está desconcertada.

«Es aún más silencioso», dijo, «es un poco molesto».