La jugadora de fútbol Jennifer Hermoso ha sido convocada por primera vez a la selección española después del escándalo en el que estuvo involucrada con el expresidente de la RFEF, Luis Rubiales. El incidente tuvo lugar el pasado 20 de agosto, después de la final del Mundial femenino en Sydney, Australia.

Un video captó el momento en el que Rubiales abrazó a Hermoso y la besó a la fuerza, lo cual desató la indignación de la jugadora. Hermoso declaró que no le gustó el beso y se sintió vulnerable y víctima de un acto sexista. Ante esto, presentó una denuncia oficial contra Rubiales, quien acabó renunciando a su cargo como presidente de la RFEF.

Actualmente, Rubiales se encuentra siendo investigado por agresión sexual y coacción. En este contexto, Hermoso no fue convocada previamente en septiembre y la entrenadora mencionó que quería proteger a la jugadora de posibles situaciones incómodas en el equipo.

La situación generó polémica en la selección española, ya que las convocatorias estuvieron en el ojo del huracán debido al desencuentro con Rubiales. Sin embargo, después de conversaciones de crisis, las jugadoras aceptaron jugar y se alcanzaron acuerdos para un cambio estructural en la federación.

El próximo encuentro de la selección será contra Italia y posteriormente viajarán a Suiza. Sin duda, esta convocatoria de Jennifer Hermoso ha sido muy esperada tanto por la jugadora como por los aficionados, quienes desean verla en acción y demostrar su talento en el campo de juego.

Este hecho nos recuerda la importancia de denunciar y combatir cualquier forma de acoso o violencia contra las mujeres en cualquier ámbito, incluido el deportivo. Es necesario que se tomen medidas contundentes para erradicar este tipo de comportamientos y garantizar un entorno seguro y respetuoso para todas las personas que forman parte de la industria del deporte.

En conclusión, la convocatoria de Jennifer Hermoso a la selección española marca un hito en su carrera deportiva después del lamentable incidente con Luis Rubiales. Esperamos que este sea el primer paso para un cambio real y duradero en el fútbol femenino y en la lucha contra el machismo en el deporte.