El Gobierno de Nicaragua libera a sacerdotes y tensiones con el Vaticano aumentan

En un acuerdo sorprendente, el Gobierno de Nicaragua ha liberado a 12 sacerdotes que fueron enviados al Vaticano después de una negociación con la Santa Sede. Sin embargo, el obispo Rolando José Álvarez Lagos se ha negado a abandonar el país, desafiando la decisión del Gobierno.

El Gobierno nicaragüense anunció que ha logrado un acuerdo para enviar a Roma a los sacerdotes que estaban siendo procesados por distintas causas. Estos sacerdotes serán recibidos en la ciudad eterna por personal de la Secretaría de Estado de la Santa Sede.

Sin embargo, es importante destacar que el obispo Rolando Álvarez, condenado a más de 26 años de prisión por «traición a la patria», no se encuentra en la lista de sacerdotes enviados al Vaticano. Esta decisión ha generado controversia y tensiones entre el Gobierno y el Vaticano.

El presidente Ortega no ha dudado en calificar al obispo Álvarez de «desquiciado» y «energúmeno». Por su parte, el papa Francisco ha calificado al Gobierno de Ortega como una «dictadura grosera» debido a la situación de represión y violencia que se vive en el país.

Estas declaraciones del papa Francisco han llevado a Ortega a declarar interrumpidas las relaciones con el Vaticano, lo que agrava aún más la tensión entre ambas partes.

Es importante destacar que el obispo Álvarez es el primer obispo en ser arrestado, acusado y condenado desde que Ortega regresó al poder en Nicaragua en 2007. Esta situación pone de manifiesto las graves violaciones a los derechos humanos y la falta de libertad religiosa en el país.

La liberación de los 12 sacerdotes y la negativa del obispo Álvarez a abandonar Nicaragua han generado un gran impacto tanto a nivel nacional como internacional. La comunidad internacional sigue de cerca esta situación y espera que se respete la integridad y los derechos de los líderes religiosos en el país centroamericano.