El superior de Wagner, Yevgeny Prigozhin, accedió a entregar las armas de sus hombres a las fuerzas regulares rusas tras abandonar su rebelión a finales de junio.

Según el ministerio, el ejército ruso recibió «más de 2.000 equipos y armas», incluidos tanques T-90, sistemas de misiles Grad y Uragan, sistemas de defensa aérea Pantsir y obuses.

También obtuvo «más de 2.500 toneladas de municiones diversas y unas 20.000 piezas de armas pequeñas». «Todo el equipo ha sido entregado en la parte trasera (del frente), donde está siendo reparado por las unidades de reparación de las Fuerzas Armadas rusas», agregó el ministerio.

Los combatientes de Wagner en particular estuvieron en primera línea en la sangrienta batalla por Bajmut, la ciudad en ruinas que Moscú declaró capturada en mayo.

Durante su motín, los hombres de Wagner ocuparon un cuartel general del ejército en el sur de Rusia durante varias horas y viajaron varios cientos de kilómetros hacia Moscú.

La rebelión terminó en la tarde del 24 de junio con un acuerdo de que el Sr. Prigozhin se iría a Bielorrusia. El presidente Vladimir Putin ofreció a sus combatientes unirse a las fuerzas regulares, irse a Bielorrusia o regresar a la vida civil.

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