El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha prometido venganza por el devastador atentado en Moscú que dejó al menos 133 muertos. El grupo Estado Islámico ha reivindicado el ataque en el Crocus City Hall, y 11 individuos, incluidos los presuntos asaltantes, han sido arrestados en conexión con el incidente.
Los detenidos, que tienen pasaporte tayiko, se dirigían hacia Ucrania después del atentado, lo que ha llevado a las autoridades ucranianas a rechazar cualquier implicación en el ataque. La Embajada de Estados Unidos había advertido previamente de un posible atentado en Rusia, pero el Kremlin ha culpado a Estados Unidos por falta de cooperación en la investigación.
Se está investigando la posible conexión de los detenidos con Estado Islámico y con Ucrania, mientras altos funcionarios rusos culpan directamente a Ucrania por el atentado. Putin ha expresado su pesar por la pérdida de vidas, especialmente de niños, adolescentes y mujeres en el ataque, y se han cancelado todos los actos masivos en Rusia hasta la próxima semana.
En un acto de solidaridad, los moscovitas han donado sangre para ayudar a las víctimas del atentado en el Crocus City Hall. La situación todavía está en desarrollo y se espera que haya más información conforme avance la investigación en torno a este trágico suceso en Moscú.
