La incidencia de la gripe está aumentando en Castilla y León, así lo informó la Red Centinela Sanitaria de la región. Aunque los niveles no superan la intensidad media, se espera que la gripe alcance su punto máximo en los próximos días. La circulación de los virus gripales sigue siendo elevada, con un total de 230 casos por cada 100,000 habitantes.

Según el informe presentado, se ha registrado un aumento en comparación a la semana anterior, donde se reportaron 207 casos. El umbral epidémico se superó en la semana 50, con 67 casos, y en la siguiente semana se alcanzaron los 134 casos. Los grupos de edad más afectados son los niños de cero a cuatro años y los jóvenes de cinco a 14 años.

Sin embargo, la tasa de incidencia de infecciones respiratorias agudas comienza a estabilizarse, especialmente en la población pediátrica. La situación es diferente para las personas mayores de 75 años, ya que las hospitalizaciones por estas infecciones continúan en aumento.

En cuanto al COVID-19, se observa una moderación en la incidencia, con una tasa de 79 casos por cada 100,000 habitantes. En total, la circulación de patógenos respiratorios alcanza los 1,477 casos por cada 100,000 habitantes, siendo inferior a la semana anterior.

Además, los resultados muestran que la positividad al SARS-CoV-2 y al virus respiratorio sincitial ha disminuido. En las muestras analizadas, la positividad al SARS-CoV-2 ha pasado a ser del 14.5%, mientras que en el caso del virus respiratorio sincitial ha descendido al 8.1%, anteriormente estaba en 16.7%.

Con respecto a los tipos de virus gripales, se ha determinado que el 53.2% de los casos son causados por virus del tipo A, siendo estos los responsables en su mayoría. Los grupos de edad más afectados por la gripe son los niños y los jóvenes de cinco a 14 años, aunque el grupo de mayores de 65 años también registra una mayor incidencia debido a su mayor grado de inmunización.