En medio de la escalada de violencia en Gaza, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, mantuvieron una conversación telefónica tres días después del ataque que cobró la vida de siete cooperantes del World Central Kitchen. Durante la llamada, Biden advirtió a Netanyahu sobre las consecuencias si no se toman medidas para proteger a civiles y trabajadores humanitarios en la región.
Se está pidiendo un alto al fuego inmediato y la liberación de los rehenes en manos de Hamás, ya que las negociaciones entre Israel y el grupo palestino están estancadas a pesar de la intervención de mediadores egipcios, qataríes y estadounidenses. La Casa Blanca ha reflejado un cambio en la postura de Biden respecto a Israel, lanzando condiciones para continuar el apoyo estadounidense.
A pesar de la presión sobre Tel Aviv, Estados Unidos sigue enviando armas a Israel, con la aprobación en secreto de 2.000 bombas y 25 cazas, además de un envío adicional de bombas después del ataque a los cooperantes. El secretario de Estado de la OTAN, Antony Blinken, calificó el ataque como el último incidente de este tipo y llamó a los cooperantes asesinados héroes.
La situación en Gaza continúa siendo tensa, con la comunidad internacional exigiendo un cese inmediato de las hostilidades y la protección de la población civil. Mientras tanto, las conversaciones entre Israel y Hamás se mantienen estancadas, dejando en el aire el futuro de la región y las vidas de quienes se encuentran en medio del conflicto.
