El Gobierno de España propone una nueva operación de la Unión Europea para proteger la navegación de los buques en el mar Rojo que están siendo asaltados por los rebeldes de Yemen. Sin embargo, el Ministerio de Defensa excluye la participación de España en esa nueva misión, argumentando que ya tiene todos sus recursos comprometidos en la Operación Atalanta para combatir la piratería en el océano Índico.

Ante esta situación, el Gobierno sugiere la creación de una misión específica con la participación de las Fuerzas Navales de los países europeos interesados en lugar de una extensión de la operación existente. En este sentido, el Ministerio de Defensa emitió un comunicado desmintiendo un supuesto veto de España a una misión de la UE en el mar Rojo, dejando claro que España no se opone a esa misión.

El conflicto en el mar Rojo se ha convertido en un punto de tensión entre España y Estados Unidos. Los hutíes, aliados de Irán, han estado perpetrando ataques contra buques comerciales en el mar Rojo en respuesta a los ataques de Israel a Gaza. Ante esta situación, el Ministerio de Defensa considera que la nueva operación ayudaría a lograr la máxima eficacia en el mar Rojo y que España no se opone a esa misión.

La operación militar en el mar Rojo, llamada Guardian of Prosperity por Estados Unidos, ha generado tensión entre España y la Casa Blanca. En un principio, España fue incluida en la lista de países que participarían en la operación, pero posteriormente se desmintió su participación unilateral.

Los socios de Gobierno de Pedro Sánchez critican la participación de España, argumentando que solo defiende los intereses de Israel y navega junto a Estados Unidos. Sin embargo, el vicealmirante Ignacio Villanueva, comandante de la Operación Atalanta, confirmó inicialmente la colaboración de España en la operación Guardian of Prosperity liderada por Estados Unidos, aunque luego eliminó el mensaje sin ofrecer explicaciones.

En el contexto de esta controversia, España veta que la Operación Atalanta cambie su objetivo para incluir el patrullaje del mar Rojo, algo que el Gobierno niega posteriormente. La situación continúa generando tensión entre España y Estados Unidos, mientras que la propuesta de una nueva operación de la Unión Europea para proteger la navegación en el mar Rojo sigue en el debate político.