La Organización Mundial de la Salud (OMS) publica su primer informe sobre inteligencia artificial (IA) aplicada a la salud (165 páginas en inglésy seis principios rectores para su diseño y uso. La Organización Mundial de la Salud considera que el uso cada vez mayor de la inteligencia artificial en la salud es un desafío para los gobiernos, los proveedores de servicios y las sociedades. La Organización Mundial de la Salud ve la inteligencia artificial como una gran esperanza para mejorar la atención médica y la medicina. Sin embargo, exige que la ética y los derechos humanos se sitúen en el centro de su diseño, difusión y uso.
Cuidado con los efectos nocivos de la inteligencia artificial
El informe, publicado el 28 de junio, está dedicado a la ética y la gobernanza de la inteligencia artificial en el sector de la salud (titulado en inglés: “Ética y gobernanza de la inteligencia artificial para la salud”). Es el resultado de dos años de consultas de expertos internacionales designados por la Organización Mundial de la Salud. » La IA se puede utilizar de forma indebida y provocar efectos nocivos Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud, está preocupado.
La Organización Mundial de la Salud reconoce que la IA ya se puede utilizar en algunos países ricos para mejorar la velocidad y precisión del diagnóstico y la detección de enfermedades, facilitar la atención clínica, mejorar la investigación y el desarrollo de medicamentos, así como « apoyar la vigilancia de enfermedades, la respuesta a brotes y gestión de los sistemas de salud. Para la Organización Mundial de la Salud, la IA podría permitir a los pacientes controlar mejor su propia atención médica. Podría facilitar el acceso a los servicios de salud en países con pocos recursos, ya que los pacientes luchan por llegar al personal médico.
Las empresas tecnológicas pueden atrapar pacientes
Sin embargo, el informe de la OMS pide que no se exageren los beneficios de la IA, especialmente cuando reemplaza las inversiones esenciales necesarias para lograr la cobertura sanitaria universal. El informe también destaca los riesgos, incluido el uso poco ético de datos relacionados con la salud, los sesgos introducidos en los algoritmos y los riesgos para la seguridad del paciente, la ciberseguridad y el medio ambiente.
A la Organización Mundial de la Salud le preocupa que el uso no regulado de la inteligencia artificial someta los derechos e intereses de los pacientes a los poderosos intereses comerciales de las empresas de tecnología o los gobiernos para la vigilancia y el control social. El informe llama la atención sobre el hecho de que los sistemas formados a partir de datos recopilados de personas que viven en países de ingresos altos pueden no funcionar bien con poblaciones de países de ingresos bajos y medios.
Los derechos humanos como brújula para la Organización Mundial de la Salud
Millones de trabajadores de la salud verán automatizados sus roles y trabajos y esto requerirá que adquieran o desarrollen conocimientos digitales. Tendrán que gestionar máquinas que probablemente susciten dudas sobre la toma de decisiones y la independencia de los proveedores y los pacientes. La Organización Mundial de la Salud hace un llamado a los gobiernos, proveedores de servicios y diseñadores de IA para que se guíen por los derechos humanos y colaboren en cada etapa del diseño, desarrollo e implementación de tecnología impulsada por IA.
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