Las capitales europeas han cerrado el último fleco de la reforma de las normas de asilo europeas. Se ha dado luz verde a un mecanismo de emergencia para aliviar la tensión de los países de primera línea de llegadas. El objetivo es evitar situaciones como las ocurridas en la isla italiana de Lampedusa.

Con este nuevo acuerdo, los países de entrada podrán delegar la gestión de las demandas de asilo en otros países cuando haya un pico de flujos migratorios. Además, se establece que el registro de las demandas de protección internacional no podrá demorarse más de cuatro semanas.

Italia ha defendido incluir a las organizaciones no gubernamentales que realizan rescates en alta mar en la definición de «ataque híbrido», pero esta propuesta no ha sido aceptada. Por otro lado, Alemania ha rebajado sus exigencias iniciales sobre el trato a los migrantes en circunstancias de excepcionalidad.

Sin embargo, no todos los países europeos están de acuerdo con este nuevo mecanismo. Hungría y Polonia han votado en contra, mientras que República Checa, Austria y Eslovaquia se han abstenido. A pesar de esto, se espera que este acuerdo permita continuar con el resto de la reforma del sistema de asilo europeo.

La Unión Europea propone un sistema de solidaridad a la carta, donde los países que no quieran reubicar refugiados deberán pagar 20.000 euros por cada solicitante de asilo. Esta medida busca evitar un nuevo fracaso en la reforma del sistema de asilo antes de las elecciones a la Eurocámara en junio.

Además de este acuerdo, los países europeos continúan firmando pactos con los países de origen y tránsito para controlar la inmigración ilegal a cambio de fondos. Sin embargo, estos acuerdos no están exentos de controversia. Túnez, por ejemplo, ha calificado de «irrisoria» la cantidad de 250 millones de euros pagada por la UE.

En medio de esta situación, las autoridades de Túnez han cancelado una visita del Ejecutivo comunitario debido a las acusaciones de un retroceso democrático en el país. Con estas tensiones y desacuerdos, el debate sobre el sistema de asilo europeo continúa, buscando encontrar soluciones satisfactorias para todas las partes involucradas.