Más de 100 personas perdieron la vida y cerca de 140 resultaron heridas en trágicas explosiones que tuvieron lugar durante una procesión en la ciudad de Kermán, Irán. Este evento se llevaba a cabo para conmemorar el cuarto aniversario del fallecimiento del general Qasem Soleimani, considerado el ‘número dos’ del régimen iraní.

Las explosiones, que tuvieron lugar el pasado lunes, han sido calificadas como un «atentado terrorista» por el vicegobernador de la región de Kermán. De acuerdo a las investigaciones, las detonaciones fueron ocasionadas por dos mochilas con explosivos que fueron activadas por control remoto.

Este trágico suceso ocurre apenas un día después de que Israel acabara con uno de los líderes de Hamás en Beirut, lo cual ha aumentado la tensión en la región. Cabe recordar que el general Soleimani era el comandante de la Fuerza Quds, la cual lleva a cabo operaciones en el extranjero para proteger los intereses de Irán.

El expresidente estadounidense Donald Trump acusó en su momento a Soleimani de ser responsable de atrocidades y de entrenar a ejércitos terroristas. Esta situación ha generado un contexto peligroso, ya que se encuentra en marcha una guerra entre Israel y Hamás, y existe el temor de que se desate una conflagración en la región.

Ante esta situación, Irán ha mostrado su apoyo a Hamás y ha criticado las acciones de Israel en la Franja de Gaza. Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha llevado a cabo una intensa actividad diplomática con el objetivo de evitar una escalada en el conflicto.

Estos sucesos han conmocionado a la comunidad internacional y han generado preocupación por la seguridad en la región. Es necesario que se tomen medidas para garantizar la paz y la estabilidad en Medio Oriente y evitar más pérdidas humanas en situaciones tan trágicas como estas.